martes, 26 de septiembre de 2017

Mamut apuesta por globalizar su econegocio



Instalar plantas en diferentes países del mundo que fabriquen materiales para la construcción con caucho reciclado es la meta la joven empresa Mamut, que con creatividad y empeño logró en pocos años posicionar su innovadora oferta en el mercado local.

El proyecto se ideó en 2008 en la cocina de Antonio y Manuel Laredo y comenzó a hacerse realidad en 2013, cuando los hermanos junto a Ronald Gonzales presentaron al Innova Bolivia de la Fundación Maya un plan para reciclar llantas y convertirlas en baldosas.

La iniciativa recibió el primer lugar en el concurso en la mención Solución para la Construcción y Viviendas, lo que les permitió recibir un capital semilla de $us 4.000. Ese mismo año, Mamut se convirtió en la primera empresa del país en recibir un crédito en el sistema financiero ($us 50.000 del BISA) teniendo solo como garantía su propuesta de innovación.

En apenas tres años, entre 2014 y 2016, la empresa logró llevar su producción hasta Paraguay y Panamá y acumuló en el mercado local entregas por $us 800.000.

Hoy fabrica moquetas (con base de goma y revestimiento textil), pavimento continuo y baldosas amortiguantes, que representan el 66% de sus ventas.

Cada una de estas placas tiene un precio de Bs 68. “Cobramos la tercera parte de lo que se cobra en el mercado internacional”, dice Antonio, cuyo negocio también ofrece pisos podotáctiles, para hospitales, industriales, impermeables y deportivos, así como pistas de atletismo, impermeabilizantes y adhesivos.

Todos los suelos de la línea Eko Seguros están libres de tóxicos y son altamente resistentes, pueden ser instalados en interiores y exteriores de casas, gimnasios y parques y protegen de caídas, dejan pasar humedad a la vegetación, soportan climas extremos y son de fácil limpieza.

Para alimentar esta producción, la empresa acopia caucho granulado y desechos de ese material en todo el país. Hasta la fecha, el emprendimiento sacó 27.000 neumáticos usados de la calle y recicló 126.000 toneladas (t) de caucho. “Nosotros no vendemos pisos, vendemos un modelo de solución a un problema de las ciudades”, subraya Antonio.

Este año, Mamut recibió de la aceleradora de negocios estadounidense Agora Partnerships apoyo técnico que, entre otras cosas, le permitirá participar en los próximos días del Social Capital Markets en Estados Unidos, evento al que asistirán más de 2.500 inversores de talla mundial dedicados a la promoción de proyectos de alto impacto social.

“Con nuestro plan de crecimiento proyectamos tener entre 2017 y 2018 un volumen de ventas de $us 1,8 millones y de 3,8 millones para 2022”, añade Antonio, cuyo emprendimiento se apoya en una planta (Cochabamba) que puede procesar hasta 1.200 t de goma por año y quien prevé este año instalar otra factoría en Panamá, el mercado que mejor recibió su propuesta.

La empresa ganó cinco premios en cinco años

Mamut Pisos Industriales y Deportivos ganó en cinco años tres premios en el país y dos en el extranjero de la mano de su emprendimiento social productivo.

El 24 de agosto, obtuvo su quinto galardón en la categoría Manejo de Residuos de los Latinoamérica Verde 2017, evento que reunió 2.049 proyectos socioambientales de 36 países.

El reconocimiento, el primero que recibe una empresa boliviana en ese evento, se suma a las distinciones Talento e Innovación de las Américas y Pyme de Mayor Impacto Sostenible y Ecológico en Bolivia que recibió en 2016 de la Organización de Estados Americanos y de la Fundación Maya, respectivamente.Además, la joven compañía, cuyo emprendimiento genera un impacto positivo social, medioambiental y económico, se coronó con el Premio Nacional a la Excelencia para Vivir Bien en 2014 y con el Innova Bolivia de 2013.

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