domingo, 27 de noviembre de 2016

FEMCO Trabajador dice que la empresa siempre cumplió

Pedro Mario Candia trabaja en FEMCO desde 1965 y es el empleado más antiguo de la empresa metalúrgica.

Aunque está jubilado la fábrica lo requiere con contratos para que continúe ayudando en varias áreas, ya que es uno de los más capacitados en el área de la metalurgía.

La familia de Pedro esta compuesta por cuatro personas que subsisten con los ingresos de la labor de este empleado.

“Me da mucha pena y nostalgia de lo que esta pasando con la industria, esperemos que no cierre, sobre todo por las personas jóvenes que viven de esta labor. Hay obreros que recién están 5 o 10 años y necesitan seguir trabajando”, dijo.

Pedro le puso el hombro a FEMCO desde que tenía 22 años, cuando esta estaba establecida en la Calle General Acha y Tumusla.

Acompañó todo el proceso de crecimiento y transformación que tuvo durante más de 35 años.

Manifestó que en pocas oportunidades hubo momentos difíciles por la falta de venta del productos. Contó que en esas ocasiones se retrasaron los pagos de los sueldos, pero, finalmente, la empresa siempre cumplía con sus obligaciones.

Recordó como la industria del metal comenzó con una veintena de empleados. La mayoría ya no forman parte del plantel personal.

“Don Raúl Artero fue muy buen empresario. Hubo alguna crisis cuando el dirigía FEMCO, pero siempre salió adelante. Nos pagaban todos nuestros beneficios”.

Sostuvo que desde que la segunda generación de la familia, es decir los tres hijos varones, se hicieron cargo de la empresa, el cumplimiento de las obligaciones también fue bueno.

CAPACITACIÓN Pedro señaló que FEMCO es como un segundo hogar y, en un momento, fue como una escuela de vida porque aprendió mucho de tornería. Trabajó varios años en el área de mantenimiento, fue su único empleo.

Su capacitación estuvo a cargo de expertos chilenos, argentinos y pernuanos especializados en esa área.

Indicó que hubo “épocas buenas y malas” para la empresa y cuando la demanda incrementaba, también tenían más trabajo para el personal que era compenzado económicamente con el pago de horas extras.

Cuando esto sucedía, se habilitaban dos turnos continuos con pequeños descansos a medio día, pero cuando había que producir de manera normal trabajaban como en horarios de oficina de 7:00 a 12:00 y de 14:00 a 18:00 horas.

Preocupación

El trabajador más antiguo de la empresa teme por el futuro de los 149 empleados que dependen de FEMCO para mantener a sus familias.

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