miércoles, 26 de febrero de 2014

Sería bueno mantener las inversiones ‘joint venture’

Tim Torlot. El Embajador de la Unión Europea en Bolivia habla sobre una de las normas económicas importantes que debe ser aprobada por la Asamblea Legislativa Plurinacional: la Ley de Inversiones, que, según el presidente de la Cámara de Diputados, Marcelo Elío, será aprobada, en grande y detalle, hasta mediados de marzo. El diplomático destaca que dos puntos clave son brindar seguridad jurídica a los inversionistas y conocer el contenido de la nueva Ley de Conciliación y Arbitraje.

¿Qué es lo que cuestionan del proyecto de Ley de Inversiones?

— Creo que la versión que el Gobierno ha lanzado en el Parlamento el mes pasado refleja mucho nuestras preocupaciones, como representante de los países europeos. Muestra la importancia de la seguridad jurídica del sector privado. Me parece que es un documento muy importante en este sentido. Por ejemplo, la ley habla de incentivos, que es un tema muy importante. Sobre todo, la seguridad jurídica incluye la cuestión de resolución de controversias, pero el borrador de ley posterga el debate sobre esto porque dice que hay que esperar la publicación, la promulgación de una nueva Ley de Conciliación y Arbitraje, y no da señales sobre el contenido.

— Es decir, este proyecto de ley, sin esa norma complementaria, no sirve…

— Es la mitad del partido, la Ley de Inversiones también es importante porque es una ley marco que establece el contexto de la inversión en este país. Pero se necesita también el contenido de la ley de controversias.

— ¿Bolivia es un país confiable para la inversión?

— Bolivia es un país confiable para la inversión en el sentido de que aquí hay mucha inversión de empresas grandes, pero no hay el nivel de inversión que el país podría atraer de empresas pequeñas y medianas, que son la columna vertebral de nuestra economía en Europa, de las cuales sale mucha creatividad, innovación, tecnología nueva; eso es importante para el crecimiento sostenido del país.

— ¿Qué requisitos exigirán para que venga la inversión de la Unión Europea?

— Se trata de varias cosas, hay que ver la competición en este sentido. Un empresario ve en éste o cualquier país si hay posibilidades de trabajar, de hacer negocios, de sacar beneficios. O sea, si invierto hago negocios en este país. Mira el tamaño y niveles de crecimiento, la apertura de empresas extranjeras, sistemas de impuestos, incentivos para venir al país y si hay un problema, si puede resolver su controversia a través de un sistema de justicia transparente, justo, con leyes donde no haya niveles de corrupción ni miseria.

— ¿Qué es los que más les preocupa, que un país esté en riesgo o el riesgo político?

— No creo que se trate de temas tan grandes, en cualquier relación hay desacuerdos y la gran mayoría de los desacuerdos se resuelven a través del diálogo y comunicación, y eso pasa en los negocios también. Es posible en una futura relación con Bolivia que una empresa tenga desacuerdos y que necesite usar del sistema de arbitraje y resolución de controversias transparente y rápido.

— ¿Las nacionalizaciones que realiza el Gobierno es otro punto de preocupación?

— La posición del Gobierno en cuanto a la nacionalización está muy clara, forma parte de la Constitución Política del Estado (CPE). No creo que una empresa que viniera a Bolivia no sepa de la política de nacionalizaciones, y en el Gobierno está muy claro que se trata de industrias claves para el país, no se trata de una empresa hotelera por ejemplo. Creo que las reglas están fijadas en la CPE.

— ¿La imagen de la política de nacionalización que sale de Bolivia hacia al mundo no está ahuyentando inversiones?

— Bueno, no ayuda, especialmente las imágenes en la prensa de nacionalizaciones con policías armados, con sus cascos; todo eso se mira en el extranjero, da la impresión de una Bolivia que no es muy acogedora del empresariado. La imagen de un país es muy importante en estos casos.

— ¿Qué tipos de incentivos demandan las empresas?

— Hay varios tipos de incentivos que podría ofrecer cualquier país o región. Son incentivos en cuanto a impuestos: después de la inversión la empresa no paga nada hasta que se establezca; hay tasas más bajas para las empresas, posibilidades de facilitar el ingreso al país. Hay países que tienen una organización con representantes en el exterior para promover las inversiones, mostrando cómo establecer negocios, cómo contactar socios, una serie de facilidades.

— ¿Sería conveniente que las inversiones bajo la modalidad joint venture (riesgo compartido) se mantengan en la nueva ley?

— Sí, absolutamente, porque en muchos países del mundo es una manera muy buena de entrar en mercados, especialmente en mercados más difíciles por razones de su aislamiento. Tal vez en este país donde el problema de corrupción es grande sería bueno tener socios de confianza con quienes un empresario pueda trabajar. Creo que es importante, a mi manera de entender, lo que significa la inversión mixta; que hay la posibilidad de invertir en sectores estatales como en la industria, la petroquímica o en la minería. Destacar la importancia de la inversión mixta en la ley es importante.

— Bolivia no tiene muy buenos recuerdos de los joint venture por gobiernos anteriores...

— En cualquier relación comercial, incluso personal, es importante tener equilibrio, una balanza exacta y que haya beneficios por ambos lados, y creo que la preocupación del Gobierno en esos joint venture es que no había relaciones iguales en la inversión.

Perfil

Nombre: Tim Torlot

Nació: 17-09-1957

Profesión: Diplomático

Cargo: Embajador y Jefe de la Delegación de la Unión Europea (UE).

Un diplomático políglota

Desde 2012 cumple sus funciones como embajador de la Unión Europea (UE) en Bolivia y su gestión durará hasta 2016. Antes de llegar al país fue embajador de Inglaterra (su país natal) en Yemen (Medio Oriente) desde 2007 hasta 2010. Desempeñó cargos en las embajadas británicas de Irak, Chile, Nueva Zelanda y Omán. Es diplomático de profesión, con especialidad en temas económicos y sociales. Habla seis idiomas: francés, alemán, árabe, maori, español e inglés. “Bolivia es un país fantástico, lo que más me gusta es la diversidad del país, el paisaje, la cultura y su historia”, expresó Torlot en su oficina de la zona de Calacoto, en la ciudad de La Paz. Uno de los asuntos que más le preocupa es el tema de la Justicia en Bolivia.

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