viernes, 25 de octubre de 2013

Crece negocio de ropa usada y no respetan los vetos

Los comerciantes de prendería usada ya son 250.000 en todo el país, pese a que un decreto lo prohíbe desde 2006. Mientras se incrementan las ferias itinerantes, los vendedores ahora plantean pagar impuestos y pasar al sector formal a la espera de que se reactive la reconversión y se discuta un plan de largo aliento con el Ejecutivo que vaya más allá de una década.

Las grandes ferias de referencia en el país son la Cumavi y la Villa Olímpica (Santa Cruz), la Kantuta (Oruro), la 16 de Julio (El Alto), la Figueroa (La Paz) y el mercado Esteban Arce (Cochabamba).

Sin embargo, el propio directorio de la institución matriz asegura que hay ferias itinerantes múltiples en las nueve capitales de departamento y que ya no solo venden hombres y mujeres adultas, sino que en el negocio están metidos jóvenes y personas de la tercera edad.

El ejecutivo de la Comisión Nacional de Defensa de Ropa y Prendería a Medio Uso, Heriberto Colque, gestiona ante el Gobierno la posibilidad de acceder a la formalización tributaria para que las 250.000 personas trabajen en orden y no se queden sin su fuente de ingreso, sobre todo los detallistas que son perseguidos por el Control Operativo Aduanero (COA).

Lo que dicen las normas

El 21 de junio de 2006 el Gobierno del presidente Evo Morales emitió el Decreto Supremo 28761 en el que prohíbe indefectiblemente la importación de prendería usada a partir del 21 de abril de 2007 y la comercialización hasta el 1 de marzo de 2008.

Por presión de los comerciantes que salieron a las calles y amenazaron con la toma de medidas extremas, el Gobierno cedió y el plazo se amplió un año, es decir, hasta el 31 de marzo de 2009; en esa oportunidad, la condición principal era la de terminar de vender las 11.000 toneladas de ropa usada que todavía existían en el país.

Para conocer sla reacción a la propuesta de los comerciantes ayer se consultó al viceministro de Producción a Mediana y Gran Escala, Camilo Morales, pero se excusó señalando que no estaba metido en el tema.

También se buscó al viceministro de la Micro y Pequeña Empresa, Martín Bazurco, quien dijo no conocer que haya una propuesta oficial. Sin embargo, dejó en claro que toda consideración referida al tema deberá pasar por un proceso de largo análisis y debate porque eso ameritan los cambios de fondo en las normas.

Para entrar en detalles Bazurco sugirió el nombre de Néstor Huanca, asesor del despacho de la ministra Teresa Morales, a quien se le habría encargado la difícil tarea de trabajar sobre el tema; empero, el funcionario no pudo ser habido.

El presidente de la Confederación Nacional de la Micro y Pequeña Empresa (Conamype), Marco Antonio Gonzales, considera que el tema es muy complicado para el Gobierno, sobre todo por las connotaciones sociales, lo que explica por qué no se ha hecho cumplir el DS 28761, que data de hace más de un lustro.

Gonzales también se quejó porque al país ya no solo se interna ropa usada, sino que también hay zapatos, muebles y utensilios de cocina en gran cantidad que no tienen el mínimo control de salubridad.

Confeccionistas

Juan Carlos Vargas, presidente de la Cámara Departamental de Confeccionistas, dijo que a la producción nacional ya no solo le afecta la comercialización de ropa usada, sino que ahora también ven una competencia desleal en la ropa china que ingresa de contrabando.

Según Vargas, a pesar de las contingencias, los más de 5.000 confeccionistas se dan modos para salir adelante y ahora los talleres de costura se han extendido a varias zonas fronterizas del país

Gran oferta en vías y mercados locales

La compraventa toma fuerza en calles y mercados de la urbe cruceña. Datos relacionados con el quehacer de este sector dan cuenta de que unas 70.000 familias -unas 45.000 en la capital y 25.000 en provincias- dependen de la actividad comercial. Están agrupadas en más de 40 asociaciones que capitanean la venta en las llamadas ferias itinerantes que funcionan durante la semana en zonas populosas y mercados.

La avenida Cumabi es la plaza comercial más importante y centro de aprovisionamiento de las personas que se dedican a vender ropa de segunda en las calles aledañas a los mercados La Ramada, Mutualista, Los Pozos, Abasto y otros que operan en zonas periurbanas.

La oferta de mercadería es permanente en estos puntos y, según los vendedores, la demanda es alta. Por la época subió la venta de juguetes.

Sobre el sector

Prendas clasificadas
Los comerciantes quieren importar de forma legal ropa clasificada, es decir solo de primera y de segunda.

Sin salubridad
En ninguno de los puestos de los comerciantes hay algún letrero que certifique las condiciones de desinfección.

Zapatillas de marca
Los mercados Los Pozos y La Ramada tienen secciones especiales donde se venden zapatos de marcas reconocidas como Nike, Adidas y Puma.

Oruro, la punta de lanza
La ciudad de Oruro es la mayor referencia de la venta al por mayor; de allí llevan a varios distritos del país burlando el control aduanero.

Costo de los fardos

Según los vendedores, el fardo de primera, escaló de $us 350 y 400 a 450; de segunda, de $us 90 y 120 a 160 y 200; y el de tercera de $us 40 a 90.

SURTIDOS Y VARIEDAD
La propuesta comercial incluye ropa, zapatos, bolsos, cinturones, peluches, juguetes, carros para bebé, cortinas, vajillas y ropa interior para ambos sexos.

Ferias itinerantes
Entre semana hay ferias en la avenida Cumabi, la Santos Dumont, radial 27; Los Chacos, Rancho Nuevo, Pampa de la Isla, Guapurú I y II. En los mercados hay puntos de venta permanente.

Novedad a la venta
Objetos trabajados en porcelana de industria china son novedad. Los precios incluyen desde Bs 10. Por época de las promociones, también venden trajes a medida.

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