domingo, 15 de febrero de 2009

La corporación internacional de restaurantes Cinco Millas facturó $us 20 millones en 2008.

Un plato de comida con la temperatura exacta, sazonado con un equilibrio y servido por un mozo que irradia cordialidad es la propuesta de la corporación gastronómica peruana Cinco Millas, que a través de su marca Tanta llega a Santa Cruz. El próximo martes abrirá sus puertas y busca seducir el paladar de los bolivianos con su alta calidad culinaria.
Cinco Millas es uno de los conglomerados de restaurantes más importantes del vecino país, con 27 puntos de comercialización distribuidos en América y Europa. En 2008 generó en ventas unos $us 20 millones y dio trabajo de forma directa a 1.000 personas.
EL DEBER estuvo en el corazón de este emporio de la comida tradicional y recorrió las cocinas de los restaurantes Tanta, Panchita, Astrid y Gastón y La Mar.
En Tanta (hay cuatro en Lima) se conjuga la informalidad y la sobriedad de la comida peruana, y hay un espacio para los postres y las tentaciones dulces.
Rafael Montes de Oca, sub- gerente de Tanta, explicó que esta marca ofrece a sus clientes un ambiente más distendido sin perder la calidad de sus productos.
“A Tanta vienen los que trabajan en las oficinas, los amigos, la familia o un cliente de paso. Te pueden pedir un café, una ensalada, una sopa, un anticucho, un cebiche clásico o un rollito de pasas o canela”, indicó.
El lugar invita a degustar y a experimentar con los sabores, los aromas y los colores. La clave que hace que uno sucumba a la comida peruana según Montes de Oca son las hierbas que de forma sabia se usa en la preparación de los alimentos.
Si Tanta es un lugar para un público más amplio, Panchita se presenta como un sitio más selecto y especializado en todas la variedades de carnes.
Ingresar en este restaurante es recibir una sonrisa de los mozos y una explicación detallada de lo que se sirve.
Un delicioso anticucho bañado en ají amarillo, acompañado con choclo es la propuesta y uno acepta gustoso.
Si se busca alta cocina, sin duda que la mejor opción es Astrid y Gastón. Éste es el restaurante insignia de Gastón Acurio, creador de Cinco Millas.
El lugar tiene tres ambientes y es indispensable hacer reserva. Se puede degustar pastas con sabor peruano, platos de la costa, de la sierra y de la selva, acompañados por una copa de pisco. Es toda una aventura culinaria.
Para completar el círculo, La Mar ofrece el plato más popular de Perú: el cebiche.
Un ejército de cocineros vestidos de negro preparan este alimento a la vista del público. Rápidez y limpieza es la norma. Cebiche de pulpo, de pez espada, de langostinos, de camarones, de trucha, en distintas salsas es la oferta.
Uno, ajeno a esta comida de mar prueba y siente que es el edén hecho alimento.

A la carta en Perú

- En Tanta. Unas entraditas de tiradito a dos ajíes. Hecho del pescado más fresco con cremas de ají amarillo y rocoto a $us 7,4. Si gusta de una causa limeña rellena de cangrejo, palta, huevo, tomate y salsa huancaína, su costo es de $us 7,4.

- Platos de fondo. Ají de gallina. Hecho según receta antigua con pecanas, queso serrano, ají amarillo, mirasol y papa amarilla. El plato más querido de los limeños vale $us 8,9. Lomo saltado es el plato más popular de Tanta, lomito al wok con cebollas, tomates, ají, papas amarillas fritas y arroz con choclo a $us 11,7.

- En Astrid y Gastón. Si hizo su reserva y apetece un cuy pequinés de piel crocante acompañado por crepes de chicha, jalea de rocoto y sarse de nabo encurtido: su precio es de $us 12. Si prefiere un langostino extra jumbo a la leña envuelto en panceta con puré de lúcuma, brotes, frutas y hierbas olvidadas, debe pagar $us 13,6.

- Variedad de cebiches. Erotismo. Preparado con ostras, erizo, concha, almejas, concha negra, navaja y leche de aji cerezo a $us 12. Aventura. Elaborado con mero y pulpo en emulsión de camu camu también a $us 12.

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