domingo, 26 de octubre de 2008

El país debe asegurar SGP con la UE e impulsar tratados definitivos

“Los acuerdos preferenciales no presentan condiciones muy favorables para fomentar el crecimiento del aparato productivo exportador”, afirman.

Con el fin de garantizar las exportaciones de productos no tradicionales, el Gobierno debe asegurar la continuidad del Sistema Generalizado de Preferencias (SGP) con la Unión Europea (UE), y a la vez debe iniciar un trabajo serio para consolidar tratados comerciales definitivos.

Esos dos tipos de acuerdos comerciales son imprescindibles para Bolivia. En el caso de las preferencias arancelarias, permiten que la producción nacional sea competitiva en relación a mercados vecinos, y, en los acuerdos comerciales dan certidumbre y aseguran el desarrollo productivo exportador.

Las apreciaciones parten de Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) y de la ex ministra de Exportaciones y Relaciones Económicas Internacionales (gobiernos de Hugo Bánzer, Jorge Quiroga y Carlos Mesa), Ana María Solares, quienes en contacto con EL DIARIO realizaron un análisis de la coyuntura actual del comercio exterior boliviano.
Estadística sobre la unión Euripea y Bolivia

La Unión Europea, como bloque, ocupa el primer lugar de las economías grupales del mundo con un PIB de 17 billones de dólares, seguido de los EEUU (con casi 14 billones de dólares, como país individual), según el FMI, para la gestión 2007.

Bolivia ocupó el puesto 122 entre los principales abastecedores de la Unión Europea el año 2007, constituyéndose en el país andino que menos exportó a ese mercado. Venezuela ocupó el puesto 41; Perú la posición 45; Colombia la 46 y Ecuador la 62. Las ventas de la CAN a la UE llegaron a 11.500 millones de dólares en la gestión 2007.

La economía boliviana representa apenas el 0,08 por ciento del PIB de la UE y su comercio no alcanza ni al 1 por ciento de lo que exporta e importa el mercado europeo del mundo (cerca de 2 billones de dólares, siendo su principal abastecedor, China).

Bolivia exportó más de 400 productos a la UE el año 2007 por 378 millones de dólares, siendo los principales exportados: Zinc, estaño, plata, castañas, alcohol, maderas, entre otros. Las compras de Bolivia a la UE fueron de 311 millones, por casi 3.500 artículos.

El Sistema de Preferencias Generalizadas (SPG) de la UE, es un sistema de preferencias arancelarias unilaterales para las exportaciones de países en desarrollo. La Comunidad Europea fue la primera en implementar el SPG en 1971, para productos agrícolas e industriales.

El SPG de la UE propició ventas desde los países en vías de desarrollo por 80.000 millones de dólares en la gestión 2007, mientras que en el 2005 era de cerca de 50.000 millones.

El 1 de enero de 2006 entró en vigencia el SPG actual, que vino a reemplazar el “SPG Droga”, por el período 2006-2015, con revisiones cada 3 años. Los beneficiarios debían demostrar la ratificación y efectivo cumplimiento de una serie de Acuerdos y Convenciones Internacionales sobre “Derechos Humanos”, “Buen Gobierno” y “Desarrollo Sostenible”.


Solares por una parte dijo que a pesar de que se encuentra en serio riesgo la Ley de Promoción Comercial Andina y Erradicación de Drogas (Atpdea) con Estados Unidos y de que hasta el 31 de este mes se debe demostrar a la UE el cumplimiento efectivo de los convenios internacionales, el Gobierno debe hacer todo lo posible por mantener los mismos, por una cuestión de competitividad.

“Las preferencias que nos dan los mercados internacionales son vitales para que nuestras exportaciones se sitúen en niveles competitivos frente a otras corrientes comerciales de otros países, incluso de los países vecinos”, señaló la ex autoridad.

Por ejemplo: Si Perú exporta confecciones de alpaca bajo un sistema preferencial y Bolivia tiene el mismo producto para exportar, pero sin ningún tipo de preferencias, nuestro país pierde competitividad ante el vecino, ya que tiene que utilizar más recursos pagando aranceles para acomodar el producto en el exterior.

“Si nosotros perdemos las preferencias arancelarias va ha ser muy difícil que podamos incursionar en mercados internacionales y nos ponemos es una competencia que es inequitativa y desigual”, dijo.

Para la ex autoridad, Bolivia corre un gran riesgo porque está a punto de perder los beneficios que le otorga la Ley de Preferencias Arancelarias y también se encuentra en riesgo la continuidad del Sistema Generalizado de Preferencias SGP.

Sin embargo, en caso de que se mantuviera las preferencias arancelarias del ATPDEA con Estados Unidos y se asegurase la continuidad del SGP Plus, con la Unión Europea, tampoco estos acuerdos son condiciones muy favorables para fomentar el crecimiento del aparato productivo exportador.

A través de esos mecanismos Bolivia siempre estará sujeta a una “interpretación unilateral y discrecional de los países que nos dan esos beneficios”, porque estos tratados están bajo ciertas condiciones de los países que las otorgan.

“Siempre vamos a estar sujetos a esa incertidumbre de ver si cumplimos todos esos requisitos para mantener su vigencia. Ahora la opción es negociar acuerdos de ambas vías y que sean recíprocos o los tratados de libre comercio o el acuerdo de asociación”, sugirió Solares.

La ventaja de los tratados comerciales es que a la vez que se deban cumplir los compromisos adquiridos también se pueden exigir el cumplimiento de los mismos con el país con el que se suscribió el convenio. “Es la única forma de que el aparato productivo se expanda y crezca”, acotó.

Por su parte, el gerente el IBCE, Gary Rodríguez, en contacto con el Decano de la Prensa Nacional, afirmó que Bolivia no puede perder la oportunidad de asegurar un tratado comercial con la Unión Europea, pero mediante la Comunidad Andina de Naciones (CAN), por lo que pide que no se ponga en riesgo el Acuerdo de Asociación entre ambos bloques.

Cita dos razones: Primero, para no dañar más la cohesión del bloque andino y segundo “para no sumar una segunda derrota en poco tiempo, teniendo en cuenta que la Atpdea está prácticamente perdida”, sentenció.

Específicamente en el tratado preferencial con Europa, se debe tomar en cuenta que la UE es el bloque más poderoso del planeta, porque tiene casi 500 millones de habitantes, un PIB de 17 billones de dólares; importaciones por dos billones de dólares; compras a los países en desarrollo por 80.000 millones. Entonces, el desafío es consolidar este mercado para generar muchos más empleos para los bolivianos”.

El tema salió a luz pública en el foro organizado por el IBCE, “Bolivia – Unión Europea: SGP+ y Negociaciones CAN – UE”, en el que participaron representantes del sector privado, el Gobierno y el delegado de la Comisión Europea en Bolivia, Ivo Hoefkens.

Éste último afirmó que para la UE es importante la negociación “bloque a bloque” del Acuerdo de Asociación con la CAN y que la suspensión de la Cuarta Ronda se debió a la falta de consenso entre los países andinos sobre los temas de “Propiedad intelectual” y “Desarrollo Sostenible”.

Aclaró que la UE no ha decidido aún negociar bilateralmente -como solicitaran Colombia y Perú- pero que están abiertos a flexibilizar la posición, algo que será analizado en los próximos meses.

Por su parte, el viceministro de Relaciones Económicas y Comercio Exterior, Benjamín Blanco, afirmó que la extensión del SPG Plus, está garantizada para Bolivia, luego que la Cancillería boliviana presentó la documentación que respalda el cumplimiento de los 27 Convenios Internacionales que exige la Comisión Europea como requisito para renovar las preferencias.

El 28 de este mes se expondrá ante la Comisión Europea en Bélgica, para demostrar el trabajo efectuado por Bolivia en contra de la producción de droga y erradicación de la coca excedentaria.

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